El yoga, el pranayama, el Tai Chi y el Qi Gong son ejemplos de sistemas de meditación centrados en el cuerpo. Utilizan movimientos suaves, estiramientos, atención a la postura, a la respiración profunda; estando presente en su cuerpo y sintiendo el flujo de energía interna como señales de meditación.
Los resultados de la meditación centrada en el cuerpo producen relajación, liberan la tensión crónica, mejoran la salud y la respuesta inmune, y entrenan positivamente la mente y las emociones. Son herramientas poderosas para la auto-sanación. Las meditaciones que hacen hincapié en el cuerpo físico son buenas para mentalidades activas y quienes tienen dificultades para sentarse y meditar. Son un gran punto de entrada para ayudarle a estar presente y centrado.
por Kevin Schoeninge