He estado investigando y reflexionando y he llegado a una serie de indicios que nos indican que hemos comenzado a recorrer el camino para lograr este cometido:
3. DESEO DE RECUPERAR EL CONTROL SOBRE NUESTRAS EMOCIONES, PENSAMIENTOS Y CIRCUNSTANCIAS
En líneas generales, las personas suelen dejarse llevar por sus emociones, actuar de forma reactiva y la resistencia al cambio se suele justificar con un “yo soy así”, o alguna frase similar. A nivel de pensamientos, se suelen tener creencias negativas y limitantes de las que no se es consciente, tanto propias como de las circunstancias (“Soy un tonto (o similar)”, “No puedo”, “Con lo mal que están las cosas”, “No se puede hacer nada”).
El desarrollo hacia una mayor consciencia suele traer un deseo de cambio en estos dos sentidos. Aunque no podamos ver el qué, sentimos que hay algo que falla, algo que no es del todo correcto. Nos llegan ejemplos de personas exitosas, positivas, felices y que no se alteran fácilmente y nos preguntamos qué están haciendo de otra manera, y cómo podemos llegar nosotros también a eso. Queremos coger las riendas de nuestras reacciones, de cómo nos tomamos las cosas, de nuestra vida y cambiar todo aquello que no encaja.