He estado investigando y reflexionando y he llegado a una serie de indicios que nos indican que hemos comenzado a recorrer el camino para lograr este cometido:
2. DESEO DE RE-CONECCIÓN CON EL CUERPO
Muchas veces, las circunstancias externas que nos dan un “empujoncito” hacia el cambio están relacionadas con cuestiones físicas. Cambios en la salud, mensajes del cuerpo a modo de advertencias, incluso accidentes o cambios drásticos y repentinos en nuestro estado en general nos dan la oportunidad de hacer un ALTO y replantearnos ciertas cosas.
El deseo de mejorar nuestro estilo de vida hacia pautas más sanas y saludables de comportamiento, como pueden ser: pasar más tiempo en contacto con la naturaleza, hacer ejercicio, aprender a alimentarnos, vivir en un espacio más sano, cuidar el medioambiente, hacernos limpiezas y depuraciones físicas y energéticas, etc.… nos indican que queremos conectar más con nuestro cuerpo, sus mensajes y ser más conscientes de lo que nos pasa y por qué. Esto es una práctica beneficiosa para todos, pero que debe darse de manera natural y siguiendo el punto anterior. Tenemos el libre albedrío de hacer con nuestro cuerpo lo que queramos. Pero recordando que nuestro cuerpo es nuestro templo y (al menos hasta que la ciencia vuelva las películas de ciencia ficción en realidad) es el único que tenemos. Si te está picando el “bichito verde” y estás buscando vivir con mejor salud, es un indicativo más de que te mueves en esta dirección.