¿Auto estima y amarse es lo mismo?????
Parece lo mismo Pero no lo es. Conocer esta Distinción eleva nuestra calidad de vida para aquellas personas que están en la búsqueda del desarrollo personal. ¿Porque? Porque son dos estaciones totalmente diferentes de un mismo viaje y comenzarlo sin distinguirlas puede llevarnos a destinos no deseados.
Comencemos este recorrido por el primer paso del Desarrollo Personal: el autoconocimiento.
Una metáfora muy usada por Roberto Perez (Conferencista internacional sobre ética y desarrollo personal) nos ilustra muy bien la disposición necesaria para comenzar el Crecimiento Personal:
Roberto dice: “Apague las luces exteriores, encienda las interiores, apague el motor e identifíquese”
- Conocerse a sí mismo es estudiar los comportamientos que tenemos en relación a los distintos eventos de la vida.
- Es tomar consciencia de los pensamientos y emociones que fundamentan nuestras acciones.
- Conocerse es descubrir los valores que hemos desarrollado a lo largo de la existencia, en los cuales se encuentra embotellada nuestra conciencia.
La pregunta ¿Quién soy? Nos lleva a tres respuestas:
Soy “MIS” LUCES… mis potencialidades y herramientas de VIDA. (En la mayoría de las veces la más accesible de alcanzar).
Luego: Soy “MIS” ZONAS ERRÓNEAS…
Aquello que veo y no ACEPTO – ME REPROCHO de mi mismo. Ligeramente más oculta
Y finalmente: Soy “MI”SOMBRA… Aquello que NO QUIERO VER de mi mismo. Oculto totalmente a nuestra consciencia y de donde surgen los automatismos que nos mantienen en la zona de confort, la queja, la justificación y más hábitos inconscientes. En el desarrollo personal es muy importante comprender este mecanismo de estructuras e ideas inconscientes que actúa en automático dentro nosotros
Estas respuestas las encontramos en el primer paso del desarrollo personal: el autoconocimiento.
En este punto comprendemos en su totalidad las palabras de Viktor Frankl: LAS CIRCUNSTANCIAS NO ME DETERMINAN, SOY YO QUIEN DETERMINO SI ME SOMETO A ELLAS O LAS DESAFIO.
Pasamos al siguiente nivel cuando, espontáneamente o dentro de un proceso de terapia psicología o coaching ontológico, surge en nosotros la pregunta: ¿Qué queremos hacer con esto que encontramos dentro nuestro?.
Pasamos a otra fase un poco más profunda: la autoresponsabilidad.
Hacernos responsables nos hace deslizarnos de la postura de victima (nada puedo hacer) a la postura, inicialmente interrogativa que deriva en: con esto YO PUEDO hacer algo.
Digamos que en este punto es cuando comienza a perfilarse la autoestima.
Norberto Ciciaro Villalba (Derechos Reservados)